La actitud marca la diferencia

La actitud marca la diferencia

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Teníamos un viaje programado, pero no va a poder ser. Nada que añadir estos meses, a planes aplazados y vuelos cancelados.

El caso, buscar alternativas. Cuando algo cambia, cuando lo esperado se desvanece, quedan la resta de opciones, que no teníamos previstas.

Así que, tras la pena normal, ha llegado la etapa de descubrimiento. Vamos a dar paso a la creatividad.

Nos hemos sentado a crear nuevas escenografías para la nueva escena. Y ya que el escenario lo decoramos nosotros, y para nosotros, estamos intentando hacerlo bonito.

la-actitud-marca-la-diferencia cuaderno decorado con las nuevas escenografías.

No es el deseado, ese simplemente no va a ocurrir. Así que obviamente no estaremos allí, pero nada nos dice que no vaya a salir bien.

Tenemos un cuadro sobre la mesa que dice que “la actitud marca la diferencia“, así que ante el desafío, vamos a embellecer el lugar, y a salir a por todas.

Empezamos a escribir nuestra nueva obra, y en ella decidimos preparar el equipaje, e ir hacia un nuevo viaje.

No podía faltar un manual para saber por dónde empezar, así que hemos salido a comprar esa guía del lugar al que sí podemos ir. Y ya que estábamos, a conseguir una libreta, en la que anotaremos los nuevos planes.

la imagen representa el decir sí a nuevos planes

El destino es otro, así que los preparativos también serán distintos.

Tenemos preparadas pinturas y pinceles, para hacer pequeños dibujos y esquemas a pie de página, que guíen y engalanen nuestro cuaderno.

Después de leer y releer la guía, comenzamos anotando, cómo nos vamos a desplazar hasta el lugar, y donde nos vamos a hospedar.

Una vez allí, callejearemos por las estrechas calles del casco antiguo, por sus castillos y sus montes, para comprender mejor el lugar, y familiarizarnos con él.

Saldremos a comprar a los mercados tradicionales de la zona, para conocer a sus gentes y sus productos, e iremos a degustar sus platos típicos.

imagen de los mercados tradicionales

Aunque es invierno, vamos a un lugar de costa, así que después de ir al teatro, daremos un paseo por el puerto y sus playas, y nos sentaremos a contemplar el silencio.

Al final, hemos dejado unas páginas en blanco, y con la información que vayamos recopilando, iremos estructurando los pasos a seguir.

Nos sigue entristeciendo no poder llevar a cabo el viaje anterior, pero con los preparativos del nuevo reto, nos hemos ido ilusionando y engrandeciendo.

Calcémonos con las zapatillas adecuadas, miremos otros lugares de interés por si la estada se alarga, y planteémonos la posibilidad, de ver lugares nuevos que de entrada, no estaban anotados ni ilustrados en nuestra guía, ni en nuestro cuaderno.

Las pinturas siguen abiertas, por si en cualquier momento, hay seguir pintando.

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