A un paso de la muerte

A un paso de la muerte

A un paso de la muerte

Estás a un paso de la muerte, y aunque deseo escucharte, siento un profundo respeto. A veces el cuerpo me habla paciente y en susurro. Otras tajante y con el tono de voz alzado. Esta vez es rotundo, voy a hacerlo por más que me grite el pavor. Por más que me cueste olvidar, aunque sea por un instante, el final que inevitablemente te aguarda.

Y cuando al fin me dispongo a mirar a los ojos de la muerte, a ti te da por hablar de la vida

De esa fuerza interna que no deja de plantar cara a tu cuerpo, por más que se debilite.

Y hablamos de las cosas que suceden a su ritmo, de vidas que no dejan de avanzar fluyendo entre altos y bajos, dando ritmo constante a los sucesos, que fuesen del color que fuesen, tú hoy pintas en acuarela y armonía de paz.

Y conversamos del miedo a la muerte y a la vida, de eso que tú ya no sientes, porque ya no tienes miedo, pero que yo he sentido latiendo con fuerza hasta llegar aquí y sentarme contigo.

Del miedo que nos paraliza, que no nos deja avanzar en aquello que queremos, del miedo a estar vivos y disfrutar cada instante. Del miedo a hablar, a reír, a sentir diferente. A querer y a ser queridos. Charlamos de tantos temores, que son aire cuando tú los describes.

Porque el miedo nos impide ser, y tú simplemente eres.

Escucharte es entrar en coherencia con esa cadencia, palpar la unión con el latir de la vida. Sentirte ha sido emoción, han sido huellas de elefante caminando por mi alma a paso firme y seguro. Ha sido una explosión de fuerza, de vida, de calma.

Quizá esta sea la despedida más en sintonía con la vida que conozco. Quizá tarde en volver a sentir este sosiego, este equilibrio entre tú y yo. Este estar en el mismo lugar creyendo que vamos a lugares tan distintos, cuando sólo nos separa una mentalidad que no acepta más de lo que conoce por su propio pie.

Resta agradecer tu gratitud, quedan las huellas que no se borran, queda una lección de humildad, de cohesión, de la más profunda sensación de paz.

Imagen de vida

Queda VIDA.

Queda “Eso que tú me das”.

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