Sólo nosotros sabemos

Sólo nosotros sabemos

Sólo-nosotros-sabemos

Sólo nosotros sabemos lo que en nosotros, y entre nosotros, va a suceder esta noche. Sólo nosotros sabemos que en mitad del silencio absoluto de esta plaza, algo va a cambiar.

Puedo sentir mi estómago enroscado y las punzadas en la garganta. Y es tan intenso el dolor, que mientras te espero, me entretengo mirando el interior de ese edificio e imaginando qué estará ocurriendo tras esas ventanas iluminadas en la noche. Desconozco quién vive en cada una de esas casas ni cómo serán sus vidas. No sé nada, sin embargo, puedo sospechar que cada ser humano que las habita está batallando por una vida mejor, por un día a día más plácido, por encontrar la paz, o por alcanzar ese amor.

Plaza-vacía

No importa, el caso es que me he distraído y doy un respingo al escuchar tu voz y darme cuenta de que ya estás a mi lado.

Trago saliva al verte tan guapo como siempre. Mis ojos te saludan bajando un instante la mirada y te recibo con un beso y una sonrisa nerviosa y cargada de afecto.

No sé qué ha imaginado tu mente cuando te he propuesto vernos aquí, tan fuera de lugar y tan alejados de nuestros paseos comunes, pero aquí estamos, en esta plaza desierta a esta hora no muy tardía, pero sí algo fría.

Me cuesta expresarme en voz alta y no sé cómo decirte, que aunque a veces quiero que toda mi vida seas tú, esta noche lo doy todo por perdido. No soy la que quise ser ni la que algún día creí que sería contigo, y ahora, me miro, y pienso que tal vez ya no quiero nada de ti ni nada de mí.

Ya no puedes darme ni ofrecerme nada que pueda acabar con mi dolor. Ya sólo puedo soltarte. Soltar a quién no soy y tal vez nunca vaya a llegar a ser. No quiero culparnos por todo eso que no hemos sabido ir a buscar, sólo quiero ser compasiva con nosotros porque no podíamos ver, no podíamos ser y no podíamos creer.

Te pido perdón por no haber sabido y por no haber sido capaz. Ahora necesito soltar ese dolor y que el vacío de lo no vivido se llene de vida. Que este silencio se llene de risa. Mía, tuya, qué más da, que se llene de risa y que se llene de amor.

Ojalá puedas vivir todo lo que no voy a vivir contigo. Ojalá puedas poner mi amor mi cariño y mi entrega donde yo no puedo ponerlo.

Ya sólo quiero reconocer que la vida es vida en todas sus formas y que la mía hoy también es una vida digna.

Me rindo. Me rindo ante este momento que ahora se expresa así y a pesar de eso sigue siendo vida. Aunque la sienta vacía en tu ausencia, aunque la sienta inconclusa y por siempre a medias, también voy a completar esa mitad de aire. Con la palabra, con amor, con flores, con detalles, también voy a llenar esa mitad de vida y de color.

De algún modo la voy a llenar de ti, y la voy a llenar de mí y de lo que no supimos darnos. Porque te lo mereces y también yo me lo merezco. Porque lo hice todo por amor sin darme cuenta del vacío que creaba en mí y tal vez en ti. Lo hice sin saber y perdí el valor y la integridad.

Por eso ahora voy a decorar este vacío. Voy a darle amor y voy a darle existencia de la forma que pueda hacerlo y esté en mis manos. Voy a amarte y voy a amarme. Porque nos entregamos, nos vaciamos y casi siempre lo logramos. Porque sólo nosotros sabemos.

Sólo-nosotros-sabemos-raíz-árbol-dos-flores

Nos miramos, nos amamos, nos abrazamos, y a pesar de eso sabemos que debemos despedirnos aunque sólo sea por intentar vivir sin este peso a las espaldas, por este dolor profundo de lo que queda incompleto, es que debemos seguir. Volveré a ti con mi recuerdo, con el anhelo de lo que podría haber sido. Volveré y te sonreiré de nuevo porque no dejaré de quererte y quizá tampoco de abrazarte.

Y con un dolor si cabe un poco más intenso y con la profunda gratitud y satisfacción de haberte encontrado, subo al coche que me aleja de ti y me acerca a casa, y suena Beret y canta “Ojalá”.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *