A su favor

A su favor

A-su-favor

No ha hecho falta que la llamaran porque ahí está, perfecta para la ocasión, dispuesta a hacer lo que sea necesario. Lleva su mejor sonrisa, su mejor vestido y su mejor intención. Pudiera parecer que cree que su presencia es necesaria, pero las apariencias, como de costumbre, no hacen más que distanciar los hechos de la realidad. Le cuesta hacer las cosas si van a su favor, pero si son para otro, sacrifica su espacio y el que no es suyo. Detiene el mundo y se lo pone por montera. Se desvanecen los tiempos, los quehaceres propios y se olvida hasta del qué dirán.

No hay lugar que se le resista ni cielo que no pueda alcanzar. Poco se permite fallar y menos poner su vida al frente de la de cualquier otro. Vive bajo la constante presión de no faltar por si la dejan de querer, por si se olvidan de mirarla, por si tiran dejándola atrás. Sola y abandonada. A tiempo para añadir algo más de drama a la situación.

Lo primero que hace por las mañanas, es abrir su agenda por la página donde tiene anotadas sus actividades previstas y las promesas que a diario se hace a sí misma. Todas en pie hasta que por algún tipo de radar mental, le llega una señal que le indica que puede estar para alguien que no sea ella. Ahí se cierra el cuaderno. Pone la mano sobre su agenda encuadernada, con láminas separadoras y frases motivacionales, la desliza hasta el lateral de la mesa, y la deja caer observando el modo en que el autocompromiso se da de bruces contra el suelo.

Agenda

Como un niño que desde su trona tira una y otra vez el mismo juguete al suelo viendo como desaparece y vuelve a aparecer. Poniendo en marcha y a su favor, una destreza que le permita conocer la distancia que le separa del suelo, la fuerza con la que debe lanzarlo, el sonido del objeto al caer. Estudiando la relación causa-efecto. Sólo que en este caso, ella lanza cada día su juguete para ir a recoger el de los demás.

Su causa es ir al rescate de alguien que no le ha pedido ayuda, y a quien probablemente también desbarate sus planes a su llegada. Su consecuencia es apartar de un plumazo sus voluntades.

Lo lleva a cabo con amor, con entrega, con entusiasmo. Lo hace sabiendo que también los demás lo harán por ella. Poco le han enseñado a quererse, a apreciarse y a sentirse capaz. Poco dedicó la educación a dar valor a lo que siente, a lo que le apasiona y a lo que le hace bien. Y ahora que lo va descubriendo y está dispuesta a hacer girar la rueda, el autoamor hace estragos.

Pero ahí va con su empuje constante, con la lucha diaria con ella misma, con sus pensamientos y sus autosabotajes. A días a su favor y a otros no tanto, pero sigue aprendiendo a recoger su agenda y ponerla sobre la mesa una y otra vez y las veces que haga falta. Gestionando eso de no sentirse mal por ponerse al frente de su vida. Sabiendo que nadie más lo puede hacer por ella. Por más que salga al rescate de nadie, nadie sabe lo que para ella significa lo que ahí está anotado. Lo que desea llevar a cabo. La vida que desea vivir.

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4 thoughts on “A su favor

  1. Saber la vida que se quiere vivir. A mi me cuesta hasta escucharme. ¿Por qué es tan difícil? Creo que nos queremos poco o nos parece egoísta. No lo sé, pero lo explicas tan claro. Es maravilloso. Muchas gracias! ????

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